La glándula tiroides, una pequeña glándula situada en la parte anterior del cuello, desempeña un papel crucial en la regulación del metabolismo, el crecimiento y el desarrollo.
Por desgracia, muchas personas sufren problemas de tiroides, como hipotiroidismo o hipertiroidismo, que pueden afectar a su calidad de vida.
Afortunadamente, existen alimentos que pueden favorecer la función tiroidea y promover el bienestar general. En esta fotogalería, exploramos cinco de estos alimentos recomendados por St. Luke's Health (https://www.stlukeshealth.org/) destacando sus propiedades nutricionales y los beneficios que pueden ofrecer a la salud tiroidea.
La glándula tiroides, una pequeña glándula situada en la parte delantera del cuello, desempeña un papel crucial en la regulación del metabolismo, el crecimiento y el desarrollo. Por desgracia, muchas personas sufren problemas de tiroides, como hipotiroidismo o hipertiroidismo, que pueden afectar a su calidad de vida. Afortunadamente, existen alimentos que pueden favorecer la función tiroidea y promover el bienestar general. En esta fotogalería, exploramos cinco de estos alimentos, recomendados por St. Luke's Health (https://www.stlukeshealth.org/), destacando sus propiedades nutricionales y los beneficios que pueden ofrecer a la salud tiroidea.
Si padeces hipotiroidismo, las algas son un excelente aliado: el kelp, el nori y el wakame son alimentos naturalmente ricos en yodo, un oligoelemento necesario para el funcionamiento normal de la tiroides.
Otro alimento que puede ayudar son los frutos secos: las nueces de Brasil, las nueces de macadamia y las avellanas son buenas fuentes de selenio, que contribuye a una función tiroidea saludable.
Lo mismo ocurre con el pescado, rico en ácidos grasos omega-3 y selenio, que ayudan a reducir la inflamación. El salmón, el bacalao, la lubina y la perca son algunos de los pescados recomendados.
Entre los alimentos recomendados para reducir la inflamación de la tiroides se encuentran los productos lácteos: el yogur, el helado y la leche contienen yodo, que la tiroides necesita para evitar la inflamación de sus glándulas, fenómeno conocido como bocio.
Los huevos frescos contienen mucho selenio y yodo, nutrientes que, como ya hemos visto, son beneficiosos para la salud de la tiroides.